0


Podemos afirmar que los partidos políticos son una de las herramientas indispensables para el desarrollo de la democracia en un país. Cobran una importancia muy relevante dado que gracias a ellos tenemos a quién votar en el transcurso de unas elecciones.

Una de las preguntas que ya he oído varias veces es la de "ninguno me convence, ¿a quién voto?". Nos encontramos ante un problema que va más allá de la decisión que queramos tomar para votar. En todo caso, intentaremos votar al partido que "menos mal lo haga", pero aún y así reconocemos que no es el partido idóneo.

Partiendo de esta base, votamos a un partido que sabemos lo va a hacer mal o no cumple nuestras expectativas totalmente, votamos a una manzana podrida por los casos de corrupción, mala gestión, ideología poco concreta, inestabilidad dentro del mismo partido, formas de actuar de dudosa eficacia o legitimidad democrática, etc.

Está claro entonces, que todas las acciones que lleve a cabo este gobierno estarán igual de podridas que su partido. Reformas laborales, recortes, impuestos, discursos, etc.

Volvamos a la pregunta de antes "¿entonces, a quién voto?". La verdad es que nos encontramos ante una cantidad de partidos políticos que a primera vista nos puede parecer escasa, ya que nos limitamos a los partidos mayoritarios, o que más publicidad pueden hacer, pero la realidad es que en España existen una cantidad de partidos minoritarios bastante amplia.

Es este sentido el que quería recalcar, que hay vida más allá de los partidos mayoritarios, existen multitud de grupos que se han transformado en partidos pero que por algún motivo no han sabido llegar a la ciudadanía, o que no han tenido los recursos necesarios (ya que los designa la ley en función de los escaños obtenidos en las anteriores elecciones, y dado que hablamos de partidos minoritarios, suponemos que nunca han tenido representación parlamentaria).

Desde aquí animo a los partidos minoritarios a darse a conocer a la población tal y como lo hizo en Cataluña la CUP con un gran impacto a nivel local en pueblos de toda Cataluña.

Está claro que a día de hoy votamos a partidos que son una manzana totalmente podrida, y todo lo que se derive de ellos no puede ser positivo, y por este motivo "no nos representan". Busquemos alternativas a lo cómodo, e intentemos que los partidos vuelvan a ser una herramienta eficaz y no un nombre al que poder adjudicar consecuencias negativas de la política.

Publicar un comentario

 
Top